La leyenda de Guayota, el demonio que habita en el Teide
Desde
que comenzamos a publicar algunas leyendas, nos hemos adentrado en los
profundos bosques de Ucrania, en las casas abandonadas de los Estados
Unidos e incluso viajado a Transilvania para descubrir la leyenda real
de Drácula. Hoy les queremos contar una leyenda que para muchos es
desconocida: "La leyenda de Guayota, el Demonio que habita en el Teide".
Si alguna vez pasan a visitar las Islas Canarias, no pueden irse sin
antes visitar el Parque Nacional del Teide, un parque histórico nombrado
Patrimonio de la Humanidad, donde encontrarán toda clase de fauna y
flora, un lugar donde pasar un rato en familia y disfrutar de la
naturaleza en todo su esplendor.
El Teide, el pico más alto de toda España, y el tercer volcán más alto de la Tierra. Con una altura de 3718 metros sobre el lecho oceánico, observamos la imponente silueta de este majestuoso volcán, situado en la Isla de Tenerife.
Sin duda uno de los parque más bonitos, pero dentro de
esto esplendoroso parque, no todo es belleza y tranquilidad, ya que
los aborígenes canarios, de esta parte de la isla, contaban con una
misteriosa leyenda, en el que los demonios estaban muy presentes.
Mucho
antes de la conquista a Canarias, los aborígenes canarios llamados
"Guanches", eran conocedores de grandes historia sobre seres mitológicos
y otras creencias de la misma índole. Aquí en este páramo de belleza y
abunddancia, según la creencia guanche, se encontraba un espíritu
maligno la cual llamaban Guayota, el demonio morador del Teide, que para
los aborígenes canarios, era el rey de los espíritus y demonios
malignos.
La leyenda del demonio del Teide
Esta
leyenda comienza cuando en las profundidades del mismo Teide, se pueden
escuchar rugidos misteriosos que los guanches decían que era el demonio
que albergaba en Echeide, nombre aborigen guanche que fue traducido como TEIDE. La
leyenda narra que Echeide era una de las entradas al mismísimo
infierno, ya que este, un volcán que por aquel entonces estaba activo,
lanzando magma y grandes llamaradas de fuego, los guanches aseguraban
que en su interior se escondía el demonio Guayota, que traducido al español sería algo así como "El destructor". Un demonio ancestral que guarda la entrada al inframundo, el cual guarda cierto parecido con los genios Djin del desierto.
Los Guanches entregaban grandes ofrendas
a este gran volcán, para que el demonio que albergaba en su interior,
mantuviese a raya el río de fuego que brotaba de sus entrañas cuando
este no destruyera la vida de las familias que vivían en la isla. En el
presente, los arqueólogos que estudian el territorio del volcán, han
podido encontrar vasijas en las cuales se situaba las ofrendas dadas al
espíritu.
Pero poco a
poco, Guayota, castigaba a los Canarios con más ríos de fuego y lanzaba
grandes explosiones. La historia relata que los guanches presenciaron
como Guayota no conforme con las ofrendas y con las destrucciones que
estaba ocasionando, raptó a Magec, que era el dios de la luz y el Sol par los Guanches.
Cansados
de este desolador paraje, los Guanches, piden ayuda al dios Achamán, el
dios de los dioses para los aborígenes canarios. Achamán consiguió
derrotar a Guayota y sacar de sus entrañas a Magec, cerrando ya por fin,
el cráter del Echeide. La leyenda cuenta que el tapón con el que este
dios taponó el cráter del Teide es el llamado "Pan de Azúcar", el úñtimo
cono de color blanquecino que corona el Teide.
El demonio Guayota
De
este espíritu maligno, se sabe que los Guanches, lo representaban como
un perro de color del carbón acompañado por Tibicenas, los demonios que
estaban a las ordenes de este espíritu tan poderoso. En la actualidad,
se han encontrado en algunos tubos volcánicos del Teide, las vasijas
donde los Guanches hacían sus ofrendas con restos de comida, que le
daban al espíritu, para poder tenerlo en paz.
Una
entidad que aterraba a todos los Guanches de la zona de Tenerife, un
espíritu muy poderoso que era capaz de acabar con sus vidas si estos no
lo mantenían contento y tranquilo con las ofrendas que ellos le
donaban.
Los más
mayores aún siguen contando esas historias, y afirman que aún hoy se
pueden escuchar el rugido de este demonio que permanece encerrado en el Echeide, hasta que algún día, decida revelarse contra quien lo encerró para toda al eternidad,
Como
ven, una historia cargada de espíritus y dioses, algo muy bonito que
hoy en día, se está perdiendo, unas historias cargadas de
acontecimientos que solo las podemos ver a través del tiempo, observando
como los antiguos habitantes de canarias, vivían y adoraban a estos
dioses y entidades poderosas.
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