viernes, 10 de abril de 2015

LA LEYENDA DEL DEMONIO QUE HABITA EN EL TEIDE


La leyenda de Guayota, el demonio que habita en el Teide 

Desde que comenzamos a publicar algunas leyendas, nos hemos adentrado en los profundos bosques de Ucrania, en las casas abandonadas de los Estados Unidos e incluso viajado a Transilvania para descubrir la leyenda real de Drácula. Hoy les queremos contar una leyenda que para muchos es desconocida: "La leyenda de Guayota, el Demonio que habita en el Teide". Si alguna vez pasan a visitar las Islas Canarias, no pueden irse sin antes visitar el Parque Nacional del Teide, un parque histórico nombrado Patrimonio de la Humanidad, donde encontrarán toda clase de fauna y flora, un lugar donde pasar un rato en familia y disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor. 

El Teide, el pico más alto de toda España, y el tercer volcán más alto de la Tierra. Con una altura de 3718 metros sobre el lecho oceánico, observamos la imponente silueta de este majestuoso volcán, situado en la Isla de Tenerife. Sin duda uno de los parque más bonitos, pero dentro de esto esplendoroso parque, no todo es belleza y tranquilidad, ya que los aborígenes canarios, de esta parte de la isla, contaban con una misteriosa leyenda, en el que los demonios estaban muy presentes. 


Mucho antes de la conquista a Canarias, los aborígenes canarios llamados "Guanches", eran conocedores de grandes historia sobre seres mitológicos y otras creencias de la misma índole. Aquí en este páramo de belleza y abunddancia, según la creencia guanche, se encontraba un espíritu maligno la cual llamaban Guayota, el demonio morador del Teide, que para los aborígenes canarios, era el rey de los espíritus y demonios malignos. 

La leyenda del demonio del Teide 

Esta leyenda comienza cuando en las profundidades del mismo Teide, se pueden escuchar rugidos misteriosos que los guanches decían que era el demonio que albergaba en Echeide, nombre aborigen guanche que fue traducido como TEIDE. La leyenda narra que Echeide era una de las entradas al mismísimo infierno, ya que este, un volcán que por aquel entonces estaba activo, lanzando magma y grandes llamaradas de fuego, los guanches aseguraban que en su interior se escondía el demonio Guayota, que traducido al español sería algo así como "El destructor". Un demonio ancestral que guarda la entrada al inframundo, el cual guarda cierto parecido con los genios Djin del desierto.


Los Guanches entregaban grandes ofrendas a este gran volcán, para que el demonio que albergaba en su interior, mantuviese a raya el río de fuego que brotaba de sus entrañas cuando este no destruyera la vida de las familias que vivían en la isla. En el presente, los arqueólogos que estudian el territorio del volcán, han podido encontrar vasijas en las cuales se situaba las ofrendas dadas al espíritu. 

Pero poco a poco, Guayota, castigaba a los Canarios con más ríos de fuego y lanzaba grandes explosiones. La historia relata que los guanches presenciaron como Guayota no conforme con las ofrendas y con las destrucciones que estaba ocasionando, raptó a Magec, que era el dios de la luz y el Sol par los Guanches.

Cansados de este desolador paraje, los Guanches, piden ayuda al dios Achamán, el dios de los dioses para los aborígenes canarios. Achamán consiguió derrotar a Guayota y sacar de sus entrañas a Magec, cerrando ya por fin, el cráter del Echeide. La leyenda cuenta que el tapón con el que este dios taponó el cráter del Teide es el llamado "Pan de Azúcar", el úñtimo cono de color blanquecino que corona el Teide. 

El demonio Guayota 

De este espíritu maligno, se sabe que los Guanches, lo representaban como un perro de color del carbón acompañado por Tibicenas, los demonios que estaban a las ordenes de este espíritu tan poderoso. En la actualidad, se han encontrado en algunos tubos volcánicos del Teide, las vasijas donde los Guanches hacían sus ofrendas con restos de comida, que le daban al espíritu, para poder tenerlo en paz. 


Una entidad que aterraba a todos los Guanches de la zona de Tenerife, un espíritu muy poderoso que era capaz de acabar con sus vidas si estos no lo mantenían contento y tranquilo con las ofrendas que ellos le donaban. 

Los más mayores aún siguen contando esas historias, y afirman que aún hoy se pueden escuchar el rugido de este demonio que permanece encerrado en el Echeide, hasta que algún día, decida revelarse contra quien lo encerró para toda al eternidad,


Como ven, una historia cargada de espíritus y dioses, algo muy bonito que hoy en día, se está perdiendo, unas historias cargadas de acontecimientos que solo las podemos ver a través del tiempo, observando como los antiguos habitantes de canarias, vivían y adoraban a estos dioses y entidades poderosas. 
  

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